A ti...

Quisiera preguntarte pero no me atrevo,
si alguna vez haz visto el titilar de las estrellas
en la oscuridad de la noche,
si has pensado, que talvez,
el amor con sus destellos te deje ciego.

Te he visto miles de veces,
pero en mi vida no eres más que un espejismo,
cuando estoy cerca... simplemente desapareces.

Sabes,
desde el último atardecer,
para mí no ha vuelto a salir el sol.
Estoy loca perdida en el mar profundo y sereno de tu mirada.
Te he soñado cada día, cada noche,
pero mis fantasías se deshacen al contacto con la cruel realidad.

¿Será injusto el amar?,
merezco una respuesta,

es entonces cuando mis ilusiones caen,

al igual que caen las hojas secas que ha dejado el otoño a su paso...

Quisiera decirte mil palabras que te aten a mi,
pero es imposible el amor no se impone, tan solo llega,
y es esta verdad la causante del agitado cauce de aguas como el cristal
que recorre mi alma.

Sin embargo, seguiré a la espera,
oculta en el silencio,
oculta bajo el árbol sombreado de mi esperanza,
esperando la oportunidad para tenerte.